Thursday, August 17, 2006

Herradura

Herradura

Como herreros de piedra,
forjaron nuevas selvas y sabanas,
hechas de lodo y de paja,
en el húmedo camino de las ranas.
Se levantaron al abrigo de la luna a herir la piedra,
y supuró, regó gentil, sangre dorada.
Crujieron los pastos secos bajo el hollar de los centauros.
Luego un fulgor de luna
atravesó la espada
y el filo se tiñó de rojo en la alborada.
Los peldaños del monte
escaló la lumbrosa salamandra.
La piedra se perdía entre el bosque
y la hiedra la besaba.
La noche se llenó de fuego:
entre las brumas oscuras.
Aún eran negras las montañas.
Refulgió a lo lejos el volcán,
y se encendió la bestia dragontina
y se incendió la selva, como una nube arrebolada.
El río les trajo el oro
y el caballo les escupió la muerte
reflejada en las casacas.

* * *

Del grito del centauro
surgió una ciudadela atormentada,
la tierra misma la grabó en la tierra,
ella se irguió del suelo como erguida de la nada.

Eduardo Roca, 2004

1 Comments:

Blogger Schaheb said...

Muy chévere el poema, Eduardo. Ya se lo he mostrado a varios amigos y recibí todo tipo de respuestas: desde la más simple o la más detestable, desde la más odiosa al poema hasta una que lo adora y que a usted lo trata de "duro", de gran poeta. Otras hablaron incomprendidas, no lo sé y muchas no se exclamaron demasiado. En todo caso, créame, a mí me gustó su poema, fui adepto de su antiguo blog en LiveJournal, lástima que haya borrado eso. Claro que tiene razón. Hay que borrar y recomenzar. Bueno, suertes man.

Thursday, August 17, 2006 6:43:00 PM  

Post a Comment

<< Home